Nuestro sueño más profundo ocurre durante nuestro sueño más profundo (movimiento ocular rápido o REM, sueño). Y, aunque no hay nada que pueda explicar por qué nuestros sueños se sienten como si estuvieran sucediendo en la vida real, hay algunos sospechosos habituales. El estrés, la ansiedad, el consumo excesivo de alcohol, los trastornos del sueño, los medicamentos y el embarazo podrían ser todos los culpables de esos sueños vívidos.
